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El proyecto surge como respuesta a las condiciones físicas de la parcela en la que se sitúa, de proporción exageradamente alargada y estrecha.
Tiene acceso por uno de sus lados menores, y se eleva sobre las vistas hacia el parque del Arroyo de las Cárcavas, colindante por el lado opuesto.
El edificio es concebido como un volumen único y rotundo de hormigón que se abre hacia la orientación soleada y las vistas, horadado por huecos de diferentes proporciones según la orientación, y el recorrido y distribución interiores.
El programa requerido es para una familia de cuatro personas que necesitan a la vez espacios comunes y otros que les otorguen independencia.
La proporción del edificio genera inevitablemente recorridos interiores longitudinales que se rematan mediante los propios espacios principales, huecos y zonas de plantación singulares, vistas… a modo de “fondos” de perspectiva. En planta, estos recorridos interiores se ubican a lo largo de la fachada noroeste, dando paso a los diversos espacios habitables con orientación sureste.
Se desarrolla en tres plantas, una de ellas bajo rasante, que dispone de garaje, zonas de servicio e instalaciones y salón polivalente. Estas estancias reciben luz desde un patio inglés situado en el recorrido exterior previo a la entrada al edificio.
La entrada a la vivienda se realiza por un hueco centrado a nivel de planta baja en su fachada noroeste. Se enfrenta directamente con el comedor acristalado y abierto a su vez al porche exterior contiguo, ofreciendo una importante sensación de amplitud pese a situarnos en un edificio aparentemente estrecho.
Desde el hall de entrada se distribuye el programa, dando acceso directo al salón principal, comedor, cocina y escalera hacia la planta primera. En esta planta se ubica adicionalmente un “apartamento independiente con acceso propio” conectado con la vivienda y distribuido en baño y estancia, que puede servir como dormitorio estacional para invitados, como dormitorio principal temporal o permanente, o como despacho profesional.
El salón principal, orientado hacia el jardín, es un espacio de mayor altura que el resto de los de su planta, estableciendo consecuentemente dos niveles en la planta primera.
En el primer nivel se sitúa el desembarco de la escalera, una zona común de estudio que ensancha nuevamente el recorrido y sirve de acceso a dos dormitorios con baño incorporado. Éstos disponen además del hueco en fachada, de un lucernario practicable que les otorga luz y ventilación cruzada.
Por último, en este primer nivel, de camino al dormitorio principal, se sitúa un dormitorio adicional también con baño.
La pieza completa del dormitorio principal se sitúa enteramente en el segundo nivel de planta primera, sobre el salón principal. Dispone de vestidor, baño, y la propia estancia-dormitorio que ocupa todo el frente al jardín con vistas además al parque contiguo. Un patio a cielo abierto ilumina el vestidor y otorga iluminación y ventilación cruzada a la estancia principal.
El volumen edificado se comporta literalmente como frontera física entre el jardín delantero de acceso, y el jardín, porches y piscina situados hacia las orientaciones favorables. Frontera que es obligado traspasar para tener acceso a ellas.
Exteriormente, el edificio se materializa mediante muros de hormigón visto que sirven a un tiempo de estructura y cerramiento, otorgando al “bloque” una apariencia de carácter escultórico, especialmente en su remate sobre este jardín principal.
Sobre los huecos de planta primera, hacia la fachada sureste se sitúa una visera metálica de protección solar. Suspendida en la testa de remate, se dispone una pérgola, también metálica, que genera el porche principal.
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